Escribe: Mario C. Zenitagoya B.
A los 12 años de la entrega del Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación la memoria histórica en el campo educativo continúa siendo un tema pendiente a la fecha. Los trabajos de recuperación de memorias en comunidades campesinas afectadas por el conflicto armado interno esperan la atención por parte del Estado. La comunidad de Santiago de Lucanamarca (provincia de Huancasancos- Ayacucho), es un referente de los 20 años de violencia política que atravesó el país (1980-2000).
Trabajar el tema de la memoria del conflicto armado interno en los colegios tiene una connotación muy particular y delicada en nuestro país, pues el magisterio fue impactado directamente por el accionar de Sendero Luminoso. Para la gran mayoría de maestros, abordar en clases el Informe Final de la CVR, significaría desde la mirada oficial hacer “apología al terrorismo” y tener luego un seguimiento, según refieren docentes de las provincias y comunidades rurales de Ayacucho.
Jefrey Gamarra, antropólogo, docente de la Unsch y analista político argumenta no ser partidario de historias oficiales, “el trabajo de la CVR no identifica el sentir de Ayacucho. Cada región tiene que ver la manera de no hacer recuerdo de lo que pasó. Todos los ciudadanos deben discutir los temas que nos competen con el CAI”. El hacer o no una memoria reflexiva en los colegios, considera que “la función de la ciudadanía debe ser en los colegios de una manera reflexiva. La memoria no se puede enseñar, se debe reflexionar y discutir. El trabajo de la CVR no se debe dramatizar”.
No es extraño que en estos tiempos, la memoria sobre el conflicto armado “pasa desapercibido” o no se desea abordar, “la gente tiene miedo de generar, los mismos profesores sea en las universidad o colegios, porque luego serían acusados de apología al terrorismo”.
Algunas investigaciones dan cuenta de que el tema del conflicto armado interno no es tratado en las aulas. El tema se engloba de manera general en los “conflictos”, no se hace alusión a las recomendaciones de la CVR. Otro gran sector del magisterio no lo ha leído porque el Minedu no se preocupó en difundirla de manera oficial por “cuestiones políticas”, aducen.
La Defensoría del Pueblo – desde sus inicios- ha asumido un compromiso con las víctimas de la violencia y su lucha por el reconocimiento de sus derechos. En razón de ello, desde el año 2002, impulsa y supervisa las medidas que el Estado peruano implementa en materia de justicia, memoria y reparación para las víctimas de la violencia, “lamentablemente muchos docentes no se comprometen con el tema a fin de no ser sindicado en estar inmerso en la apología al terrorismo”.
La memoria debe tener un lugar en las aulas, a fin de comprender las secuelas del conflicto armado que a la fecha aún permanecen en pie, falta voluntad política Tratar de silenciarla -como viene sucediendo- seguirá en pie el temor, el miedo y dando espacio a la indiferencia, a la exclusión, el abuso, la impunidad.