No hay duda que alguien asesoró a Wilfredo Oscorima Nuñez, para disfrazado de filántropo llegar a la política y la que habría sido de la dimensión de todo el dinero que había acumulado sabe Dios cómo, sin que hasta ahora -precisamente por la inmensa cantidad que tiene- no pueda esclarecerse su procedencia. Lamentablemente para él y sus acólitos esa carrera fue cortada por jueces probos que al parecer no cayeron en tentaciones, y con la sentencia condenatoria lo sacaron del Gobierno Regional de Ayacucho.
El primer paso que dio WON, fue acercarse a políticos influyentes, y gracias a César Acuña, logró candidatear por el partido de este (APP) a la presidencia del Gobierno Regional de Ayacucho (2010) de la mano de Efraín Pillaca Esquivel, quien sería su vicepresidente que le cuidó la espalda hasta el último día de su primera gestión, aunque por veces diera aletazos de moralismo para confundir a la población. Una vez llegado al poder se zafaría del partido que le sirvió de vientre.
Junto con Efraín Pillaca iniciaron la tarea de buscar adeptos, acompañantes en su campaña y posibles funcionarios, habiendo visitado medios y a periodistas, los que en su mayoría aceptaron su propuesta. Pillaca, podría referirnos quién o quiénes le dijeron NO, porque a los que se sumaron la población los conoce bien, ya que fungieron de funcionarios y de asesores.
El 01 de enero de 2011, día trágico para Ayacucho, asumía el “mal menor” prometiendo luchar contra la corrupción, cuando dos días antes había hecho todo lo contrario (regalar relojes Relox a los Presidentes: del Poder Judicial y del Jurado Especial de Elecciones. Ya una vez en el sillón de gobernador empezaría el trabajo sucio, descarado para sacarle provecho a cuanta licitación se daba, hechos que iban acompañados de la perorata: “tengo cosas hermosas para Ayacucho”.
Las irregularidades empezarían a ser reveladas, solamente por uno o dos medios, y aun así, éstos lograban que la población se entere de lo que ocurría en el GRA, liquidando lo que sus periodistas, llamados “mercancías”, “mercenarios de la Información”, “los asalariados”, en su afán de desviar la información o defender al amo, respondían atacando a los medios denunciantes y a sus periodistas.
Desde enero 2011 empezaron a dar muestras de una gestión nada transparente, al no haber incluido en la denuncia penal por el caso del Hospital 2-II a Ernesto Molina y a su gerente Johny Angulo y así hasta pequeñas licitaciones, adjudicaciones empezarían a ser direccionadas.
Estas irregularidades fueron dándose de menos a más y por ello las primeras denuncias ante el Ministerio Público, por designación irregular, las que finalmente llegarían a la prescripción, gracias al apoyo que consiguió Wilfredo Oscorima en el poder judicial, entidad que recibió del gobierno regional, por un desesperado interés del gobernador, más de un millón de nuevos soles. Luego se sabría que Tony Changaray Presidente de la Corte Superior de Justicia, habría pedido pequeñas obritas al entonces gerente Jorge Montes, caso que se hizo público por Iber Maraví, recibiendo como respuesta el ataque de Changaray y la acusación ruin y temeraria de haber repartido volantes subversivos en el Poder Judicial, cuando en realidad eran copias de la revista Velaverde, precisamente sobre los vínculos oscuros del PJ con el GRA, a través de sus presidentes.
En casi todas sus presentaciones protocolares, que incluía la llegada de algún funcionario del gobierno central estaba presente el congresista José Urquizo, quien jamás prestó atención a las denuncias de presunta corrupción en el GRA.
Luego como no podía ser de otra forma, las publicaciones de los casos Maquinarias Agrícolas, (6 millones de nuevos soles) Maquinarias (20 millones) llegaron al Ministerio Público, donde lentamente avanzó y llegó a juicio oral al Poder Judicial. Para ello ameritó mucho la intervención del OSCE, el informe de la Contraloría General de la República y no debemos olvidar el Peritaje bien elaborado en ambos casos del equipo encabezado por el CPC Marcelino Barrientos.
Con estos dos procesos y con unas aletargadas sentencias por venir, además de otras denuncias como los colegios emblemáticos, el convenio OIM y el Hospital III-1, Oscorima, fiel a su estilo, rompiendo las reglas y pisando las normas logró hacerse otra vez del Gobierno Regional de Ayacucho, para desgracia del pueblo ayacuchano. Esta vez contó con el apoyo de Rubén Loayza, quien lo acogió en su movimiento Frente Único de Trabajadores de Ayacucho (FUT), que fue cambiado por el ARA.
Decimos rompiendo las reglas, porque utilizó lugares prohibidos para su propaganda, utilizó dinero y objetos para comprar conciencias, publicó encuestas a través de 3 diarios cuando ya estaban prohibidas las encuestas y el mismo día de las elecciones su portátil se filtró a diversos centros de votación con gorros y polos con su símbolo. Además de detectarse actas ya llenadas con su símbolo.
Lo demás es historia conocida, en el caso de los tractores el Poder Judicial de Ayacucho, hizo que prescriba este caso, por la demora en el proceso; mientras que en el caso de las maquinarias GRACIAS a César Nakazaqui, abogado de WON, que solicitó el traslado del caso a la ciudad de Ica, Tony Changaray, Presidente del Poder Judicial de Ayacucho y Villa Stein que aprobó el traslado, felizmente el caso fue conducido en la ciudad costera, cuyo resultado fue la sentencia a WON, funcionarios y consejeros con cárcel efectiva y la confirmación de la misma por la Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Ica.
Si bien el poder económico y las relaciones que mantiene gracias a ese poder, han hecho que WON se mantenga prófugo durante todo este tiempo, el fallo en Ica, para Ayacucho ha sido un volver a tener confianza en el Poder Judicial, es volver a creer que hay personas probas que no se dejan ganar por el dinero. Esos tres magistrados Pareja Centeno (jueza de 1ra instancia); Albujar de la Roca y Quispe Mamani le han devuelto la dignidad a Ayacucho.