Nutricionista: Lic. José Antonio Quispe Palacios.
Quien no RASPÓ LA OLLA buscando siempre la parte «quemadita» cuando nuestra mamá preparaba ARROZ?
Yo creo que muchos de nosotros en nuestra niñez (debido a la sensibilidad de nuestras papilas gustativas que nos llevaba a probar siempre sabores y texturas «intensas»), pero si con el pasar de los años hemos mantenido aún ese hábito alimentario entonces…..CUIDADOOOOOO!!
Ese famoso «arroz quemado» o también llamado CONCOLON puede ser muy rico (inclusive en varios países se consume en platillos gourmets), pero ya está demostrado que los efectos negativos de su consumo frecuente son muy perjudiciales para nuestro organismo!
Recordemos que el ARROZ pertenece al grupo de los CEREALES y almacenan la energía en el alimento en forma de ALMIDÓN…y cuando un alimento rico en ALMIDÓN (incluyamos también a la papa, pan, galletas, pasteles, etc) atraviesa un proceso de cocción por encima de los 120°C, libera unos compuestos CANCERÍGENOS llamados ACRILAMIDA y PRODUCTOS FINALES DE GLICACIÓN AVANZADA (reacción química responsable del cambio de color y textura del almidón) que no hacen más que producir una saturación de DIÓXIDO DE CARBONO (del humo que se libera al «chamuscar» o quemar el alimento y que es absorbido por la comida) que está por ingresar a nuestro Sistema Digestivo y depositar toxinas…perjudicándonos.
En el estómago se van a ir produciendo daños (además de no aprovecharse ningún buen nutriente por el exceso de recalentamiento y quemado) que progresivamente alterarán nuestras células generando RADICALES LIBRES y por lo tanto la predisposición a producir CÁNCER en diversas áreas de nuestro cuerpo pero REPITO en especial en el estómago e intestinos (delgado y grueso).
Evitemos el consumo frecuente de ALIMENTOS QUEMADOS ya que está probado que producen estrés oxidativo, inflamación (y el origen de casi todas las enfermedades incluyendo el CÁNCER es la inflamación) y RESISTENCIA A LA INSULINA…demás no está démas decir que también incrementa el riesgo de sufrir DIABETES.
Y como RECOMENDACIONES FINALES evitemos exceder los 140°C a la hora de cocinar. En la medida de lo posible evitar las FRITURAS y HORNEADOS, vigilando siempre que los alimentos NO SE QUEMEN y así no se perderán sus CUALIDADES NUTRITIVAS