Jans Cavero
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Según un diario de circulación local, el burgomaestre Ruli Rúa Carbajal, alcalde del distrito de Sivia (Huanta), dio a conocer los avances de su gestión a un mes de haber asumido el cargo. Entre sus logros destacarían la firma de un convenio con la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga para crear una filial del Centro Preuniversitario (CEPRE – filial Sivia), la realización de trabajos de ordenamiento y faenas comunales, así como la suscripción de un convenio con el Ministerio de Vivienda, con el objeto de descolmatar el Río Camposcucho.
Desconozco si estamos ante un reconocimiento objetivo y sincero de acciones concretas logradas por dicho alcalde, o si se trata de una campaña publicitaria pagada que busca maximizar actividades con fines proselitistas. Ambos supuestos, por cierto, no son ilegales. Pero al margen de la veracidad o exageración de la nota periodística, el mensaje que encierra resulta contundente: ¡Aprende Hermano!
Y es que Ruli Rúa Carbajal es hermano del gobernador regional Carlos Rúa Carbajal. Éste, a diferencia del hermano, no ha logrado avances significativos para la región. La problemática sobre el Hospital Regional Miguel Ángel Llerena, la designación errada de funcionarios de confianza, la inexistencia de una solución a la situación del PRIDER, la carencia de un plan para erradicar la corrupción, la no ejecución de una auditoría a la gestión anterior, son algunos ejemplos que desnudan inacción gubernamental, falta de liderazgo político e incapacidad de su equipo técnico.
Carlos Rúa no tiene pretexto para no actuar eficaz y eficientemente. Fue alcalde distrital de Sivia y alcalde provincial de Huanta. Si bien no es lo mismo conducir un gobierno local que gestionar un gobierno regional, hay patrones comunes que se repiten, los sistemas administrativos son los mismos, y el buen político siempre tiene olfato para adaptarse a contextos diferentes y promover la innovación de la gestión pública.
Resulta inconcebible que nuestro gobernador regional le solicite al Presidente Vizcarra, con ocasión de su visita última, que le ayude a expectorar a César Huacoto de la dirección del PRIDER. ¿En el contexto actual resulta complejo destituir a un personaje seriamente cuestionado? Para nada. Basta aprobar una ordenanza regional que modifique la Ordenanza Regional N° 012-2008-GRA/CR, disponiendo la fusión por absorción del PRIDER. En este nuevo escenario, la Dirección Agraria sería la entidad absorbente, asumiendo los activos, pasivos, personal y todo el acervo documentario.
Naturalmente, Ejecutivo y Legislativo regional deben coordinar mutuamente y trabajar en una sola línea. Se requiere, además, denunciar a la jueza que hasta el día de hoy le mantiene vigente una medida cautelar a todas luces arbitraria e ilegal. No menos importante es una coordinación con la Contraloría General de la República para lograr un resultado favorable en el proceso contencioso administrativo que interpuso Huacoto, con el fin de evadir la sanción impuesta por graves infracciones funcionales.
La actualización de los desfasados documentos de gestión para modernizar la administración regional, la aprobación de un plan o estrategia para combatir la corrupción, así como la implementación de una auditoría a la gestión anterior de Oscorima, son temas relativamente fáciles de resolver. Sin embargo, el no contar con asesores competentes, la no presencia de directivos públicos, así como el entorno político que lo rodea, le están pasando la factura al gobernador regional.
Más complejo resulta el problema que gira en torno al funcionamiento del hospital regional 3.1. Si bien el financiamiento no será una traba porque hay un compromiso del Ministerio de Salud en gestionar el presupuesto, el problema mayor es la contratación del personal que requiere un nosocomio de alta complejidad. Se habla de una plantilla de mil servidores aproximadamente, entre profesionales de la salud y personal administrativos. ¿Quién gestionará la contratación o el concurso público: El Gobierno Regional de Ayacucho o el MINSA?
Por cierto, error político de Rúa el expresarse recientemente a favor del traslado del personal que viene laborando en el hospital 2.2, cuando en campaña electoral sostuvo estar en contra de dicho traslado. Debió analizar detenidamente el caso y no caer en una propuesta electoral que no la va a cumplir al ejercer gobierno.