Tomado del Facebook de Notaría Machaca/Nely Machaca Calle *
La nueva infraestructura del Hospital de Ayacucho se ha convertido en Hospital 2.2, o mejor dicho nunca fue de categoría 3.1 ni legal ni presupuestalmente y sólo era cuestión de tiempo para que se confirmara esta ESTAFA. Esclarecer en su debido momento esta traición, nos costó a los periodistas de la Casa de la Comunicación, adjetivos como «asesinos de la esperanza del pueblo» «que estábamos en contra del funcionamiento del Hospital 3.1», amen de otros calificativos, a tal extremo que un colega fue sentenciado judicialmente por DECIR LA VERDAD acerca del «Hospital 3.1.»
Se tenía un presupuesto de más de 180 millones de soles para
incrementar la CAPACIDAD RESOLUTIVA DEL HOSPITAL MARISCAL LLERENA en la parte
física, médica, tecnoógica con un helipuerto, etc., porque ni el personal
humano ni la tecnología correspondían a un Hospital 2.2, pues que a lo mucho
cubría un 60% de su capacidad. Lo que se buscaba era equiparar esa brecha
incrementando su capacidad resolutiva del 2.2; pero las esperanzas del pueblo
de ver en un año un Hospital 2.2 con infraestructura, equipos humanos y
materiales acorde a su categoría quedaron FRUSTRADAS por una vergonzosa entrega
física y presupuestal a una empresa que no estaba a la altura de las
circunstancias porque ni siquiera fue capaz de implementar las contingencias,
agregado a un expediente técnico con serias observaciones. La traición continuó
pues la siguiente gestión mandó a derruir el UNICO HOSPITAL que teníamos los
ayacuchanos para luego enfrascarse en procesos judiciales, arbitrales con la
imposibilidad de continuar con la construcción en el mismo espacio. La gestión
Oscorima no encontró otro alevoso ENGAÑO que hacer creer, a los que así lo
permitieron o se confabularon, que la infraestructura que se construiría en
Canaan Bajo sería la de un HOSPITAL 3.1… NUNCA existió el 3.1. ni legal, ni
presupuestalmente (como hasta ahora), ese engaño sólo fue para seguir adelante
con la construcción en medio de serias denuncias al expediente, al presupuesto
sobrevaluado, al proceso de selección, etc.
Se nos viene a la mente lo que en esa ocasión, un entendido en materia de salud dijo, figurativamente, que no se podía poner primero el terno y después la camisa, porque el diseño con el que se estaba construyento estaba lejos de ser un HOSPITAL 3.1. Qué nos queda hacer?, porque no podemos quedanos con la traición ni con el engaño. Primero trabajar legal y técnicamente por la partida de nacimiento de un HOSPITAL 3.1., con su propio presupuesto, seguro que requerirá de una DECISION POLÍTICA más que técnica o legal, y eso no se va a lograr con un traslado desordenado del 2.2. a la nueva infraestructura y segundo seguir aferrándonos al espacio físico donde actualmente funciona el Hospital Mariscal Llerena con categoría 2.2. con las mejoras correspondientes y no como ahora es: campo de fulbito, cochera o patio de la verguenza. A las acciones del FREDEPA, ldeben sumarse las de los colegios profesionales, de nuestra Universidad para lograr lo que tanto venimos esperando.
(*) Abogada, Notaria, Periodista y Arqueóloga