A propósito del lamentable terremoto sufrido en la selva peruana de 7.5 de magnitud, que ha afectado a la selva peruana, causando pérdidas materiales y dejando cientos de damnificados, conversamos con el ingeniero Wilber Martínez, Sub Gerente de Defensa Civil de Ayacucho, quien alertó que un sismo de una magnitud similar en Ayacucho, dejaría solo en el centro histórico, al 70% de edificaciones destruidas.
Por: Adrián Sarria Muñoz.
“No Ayacucho, no está listo para un terremoto de una magnitud mayor a 7. Es más, el Perú no lo está”, fue lo primero que reconoció el ingeniero Martínez al tocar este tema, recordando además que el estudio hecho entre el 2016 y 2017 arrojó que el 70% de estructuras del centro histórico colapsarían ante un movimiento telúrico de magnitud mayor a 7 grados. En el caso de las casonas, por ejemplo, lo recomendable es demoler y reconstruir, sin embargo, al tratarse del centro histórico se tienen que hacer ciertos trámites para poder refaccionar, si así se quisiera, aunque lamentablemente esto suele demorar o no se otorgan los permisos. “No hay una política de restauración. El gobierno local debería declarar en peligro inminente, las casonas están a punto de colapsar”, agrega el Sub Gerente de Defensa Civil de Ayacucho.
La pobreza en la región, y tener viviendas en zonas no habitables, agravarían aún más la situación. Muchas viviendas no son seguras puesto que las condiciones socioeconómicas no permiten construir con las condiciones adecuadas: con la participación de ingenieros y otros especialistas en la construcción, en las zonas adecuadas y con los materiales mínimamente necesarios. Se reconoce a “La Picota” y “Mollepata” como dos zonas en peligro alto, por el tipo de suelo sobre todo. “No se ha trabajado en ello, y se sigue poblando estas zonas todos los días. Las autoridades deben trabajar en conjunto para solucionar este problema”, menciona Martínez.
¿Cómo responder ante un sismo?
El Sub Gerente de Defensa Civil de Ayacucho sugiere 4 puntos importantes: ubicación de zonas seguras externas e internas, evacuación en orden y brevedad, plan familiar para emergencias y por supuesto, la mochila de emergencia, que no tiene que ser necesariamente de defensa civil, sino que basta con que incluya con lo necesario. El contar con este elemento equipado de una radio, linterna, silbatos, alimentos no perecibles, y algún insumo más dependiendo del contexto: mascarillas por la pandemia o pastillas si fuese necesario, puede ser vital para poder sobrevivir sobre todo horas después de un desastre natural como un terremoto.
Estar listos para soportar un desastre natural como el que lamentablemente ha ocurrido en Amazonas, una de las zonas más olvidadas por el estado además, requiere un trabajo conjunto, a nivel personal, familiar y lógicamente también de nuestras autoridades. Los problemas están reconocidos y hoy toca actuar para solucionarlos.