En una ceremonia pública efectuada en el centro poblado de Carhuahuran del distrito de Uchuraccay y provincia de Huanta, el Ministerio Público realizó la entrega digna de los restos óseos y elementos asociados de quince victimas que perdieron la vida durante la violencia interna.
El acto se desarrolló gracias al esfuerzo y trabajo en conjunto del equipo de la Primera Fiscalía Penal Supraprovincial Especializada en Derechos Humanos, Interculturalidad y Delitos de Terrorismo con Competencia en el Distrito Fiscal de Ayacucho, del Equipo Forense Especializado (EFE), de la Dirección General de Búsqueda de Personas Desaparecidas (DGBPD), del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), y de la lucha incansable de los familiares de las víctimas.
La ceremonia contó con la participación del Fiscal Adjunto Provincial Reiner Salinas Mendoza, los peritos del EFE Miguel Ángel López Lujan e Iván Jimmy Vargas Cancho, los representantes de la DGBPD y del CICR. Es preciso resaltar el apoyo de las psicólogas de la Unidad Ejecutora Red de Salud Ayacucho Norte, quienes brindaran el acompañamiento psicosocial a los deudos presentes en la actividad.
Es preciso mencionar que la diligencia de armado de restos óseos y elementos asociados de quienes en vida fueron Eugenio Gamboa Díaz, Pastor Quispe Bautista, Emilia Quispe Bautista, Deciderio Caytano Aguilar, Samuel Méndez Gamboa, Agustín Méndez Velasque, Pedro Velasque Huamán, Timoteo Quispe Manzano, Simeón Velásquez Bautista, Erminia Aguilar Santiago, Alejandra Velasque Aguilar, Crisóstomo Velazque Lunazco, Teodosio Velasque Lunasco, Antonio Curo Coronado y María Huamani Ramos se efectuó un día antes en el mismo lugar.
El 15 de enero de 1991, aproximadamente a las 05:00 horas, aproximadamente 20 a 30 miembros de Sendero Luminoso incursionaron en el anexo de Huayñun y en Carhuahuran, donde quemaron viviendas y asesinaron a 20 pobladores, para después retirarse. Frente a ello, los sobrevivientes, junto con los moradores de las comunidades cercanas se reunieron y decidieron perseguir a los terroristas; empero, fueron sorprendidos y capturados por los subversivos que se habían escondido en el paraje Quiñacc, siendo victimados en dicha zona Pablo Romero Huamán, Juan De Dios Velasque Romero, Antonio Curo Coronado y Teodosio Velasque Lunasco.
A tres de ellos les quitaron la vida con un explosivo, quedando sus cuerpos destrozados y desperdigados.