Tras un trabajo coordinado entre la Dirección Regional de Salud de Ayacucho, Red de Salud Huamanga y el Centro de Salud Los Licenciados, se habilitó el Servicio Diferenciado de Escucha al Adolescente en la Institución Educativa Mariscal Cáceres, con el propósito de acercar los servicios de salud a este sector de la población.
La coordinadora regional de la Etapa de Vida Adolescente y Joven de la DIRESA, Liz Gonzalez, señaló que el servicio diferenciado permitirá garantizar el acceso de los y las adolescentes en orientación y consejería en salud sexual y reproductiva, con énfasis en la prevención del embarazo precoz en adolescentes; además de, programar atenciones integrales: evaluación nutricional, exámenes auxiliares, evaluación en salud mental y reproductiva, así como campañas de desparasitación, suplementación, vacunación contra el Virus del Papiloma Humano, influenza, entre otros.
«Durante la adolescencia se inician diversas conductas de riesgo como el consumo de drogas y alcohol; además del inicio de relaciones sexuales que pueden incrementar el número de embarazo precoz, que tienen alta probabilidad de complicaciones en la salud de la adolescente y del feto en formación, debido a que aún la adolescente no ha terminado su propio proceso de desarrollo; sin embargo, se suma la gestación de un nuevo ser», dijo la coordunadora.
Agregó que, en la adolescencia se pueden incrementar problemas de salud mental como crisis emocionales, depresión, y violencia. Por ello, es importante que los padres de familia fortalezcan la comunicación y la confianza mutua con sus hijos, además de asumir un rol educador en sus familias.
La atención en el Servicio Diferenciado de Escucha del Adolescente estará a cargo de los profesionales obstetras del Centro de Salud Los Licenciados y del Hospital Regional de Ayacucho, quienes brindarán un servicio especializado, de lunes a viernes de 8:00 de la mañana a 1:00 de la tarde.
Dato
En el 2020, de cada 200 adolescentes, 5 estuvieron embarazadas o fueron madres; mientras que, en el 2021, la cifra se elevó a 7 adolescentes embarazadas por cada 200 menores.