El 29 de junio, en la región sur andina de Ayacucho, los agricultores de los distritos de Quinua y Huamanguilla se reunieron para presenciar la inauguración de una obra que esperaron por más de 12 años: el Sistema de Irrigación Represa Pallcca. Este proyecto ofrece almacenar el agua de los afluentes del río Huarpa para luego soltarla sobre sus cultivos de quinua, papa y maíz en tiempos de sequía.
Vestidos con ponchos y chalinas, el presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, y el gobernador regional, Wilfredo Oscorima, realizaron el tradicional corte de cintas y quiebre de jarrones. Abrieron la válvula de la represa y mojaron sus manos. Se tomaron fotos y develaron una placa. En el lugar aún se conservan los arcos de flores secas que adornaron el multitudinario evento, junto a dos grandes inscripciones con el lema de la gestión regional: “Wilfredo Oscorima: Hechos y no palabras”. Pero la obra no está operativa.
En sus discursos, ambas autoridades reconocieron que aún estaba pendiente construir algunos tramos de los canales de agua, pero la presentaron como culminada. “Esta es una obra del bicentenario y hacemos entrega de esta gran represa de Pallcca para producir nuestras tierras”, dijo Oscorima. “Compruebo que efectivamente se hacen obras y no palabras”, le respondió Adrianzén.
Son más de 1.200 familias a las que les urge que la represa esté operativa para no perder las cosechas de las que depende su alimentación diaria. “Dicen que la represa ya está culminada, pero no está llena todavía. Necesitamos utilizar, aunque sea, la poca agua que hay porque los sembríos de la campaña actual se están secando. Necesitamos regar, no hay lluvia”, dice Máximo Apaico Gutiérrez, presidente de la Comisión de Regantes del Centro Poblado de Lorenzayocc, uno de los once anexos de los distritos de Quinua y Huamanguilla que deberían beneficiarse con la obra.
Riesgo de colapso e inundaciones
La oficina encargada del proyecto fue el Programa Regional de Irrigación y Desarrollo Rural Integrado (Prider), dirigido por Eduardo Huacoto Diaz, un funcionario que ocupó el mismo cargo en las tres gestiones en que Oscorima fue electo y que actualmente ejerce como gerente general en el Gobierno Regional de Ayacucho. La obra se adjudicó en 2012, durante el primer mandato de Wilfredo Oscorima como gobernador, por un valor total de 21,9 millones de soles y debió concluir al año siguiente.
Sin embargo, el incumplimiento del contratista, la convocatoria a nuevos procesos y múltiples irregularidades detectadas por los órganos de control en las autoridades regionales, alargaron el proyecto por más de una década y elevaron su costo en 133%, es decir, 51 millones de soles.
Johannes García Guzmán, gerente regional de control en Ayacucho, advierte que la ceremonia de inauguración se realizó pese a que la represa mantiene siete de las deficiencias detectadas por su oficina. Desde 2018 la Contraloría ha emitido ocho informes de control donde identifica los problemas que presenta esta construcción. Solo en lo que va del 2024 se identificaron riesgos estructurales y retrasos en la contratación de servicios y compra de materiales.
“Este año ejecutamos dos servicios de control concurrente en los que se han identificado siete situaciones adversas sobre las cuales la entidad [Prider] no ha comunicado acciones correctivas”, explica García Guzmán.
Dos de los problemas detectados advierten de un riesgo de colapso e inundaciones. La primera, identificada el 23 de enero de 2024, revela que el fondo del reservorio no está completamente impermeabilizado para almacenar el agua, lo cual podría provocar filtraciones y debilitar la estructura. Solucionar el problema demandará un gasto estimado de más de 91 mil soles.
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“Es la deficiencia más grave, ya que la impermeabilización no se ha completado. Esto será verificado en nuestro último control simultáneo. Existe un riesgo significativo al no haberse colocado la geomembrana que actúa como contención. Hemos tomado conocimiento que existe un informe técnico del gobierno regional que justifica esta omisión, el cual será objeto de evaluación y peritaje”, explica García Guzmán.
El segundo problema fue reportado por el órgano de control en un informe del 12 de marzo de 2024. En este se advierte que el plinto o base de cimentación de la presa quedó inconclusa, “dejando expuesto el acero de refuerzo sin ningún tipo de protección y en contacto directo con el agua del embalse, lo que podría causar oxidación y/o corrosión del acero”. Se indica, además, que un aliviadero —estructura hidráulica para canalizar el exceso de agua— se encuentra obstruido porque los responsables de la obra construyeron un camino de trocha encima.
Estos hechos preocupan al ingeniero Zósimo Zárate, especialista en obras de irrigación e ingeniero agrícola, pues podría derivar en desbordamientos e inundaciones. “Para solucionar el problema [en la base del reservorio], la presa debe estar vacía (…) Esto implica un gasto adicional. No basta con agregar más cemento o geomembrana para aparentar una solución; si no se realiza correctamente, existe el riesgo de sifonamiento, un fenómeno en el que los cimientos ceden y son arrastrados a medida que la presa se llena y utiliza. Con el tiempo, la presión del agua podría empujar la base”, explica el experto.
García Guzmán señala que el próximo informe del órgano de control detallará las responsabilidades administrativas, civiles o penales que derivarán de las irregularidades detectadas en el proyecto Pallcca. “Desconocemos las razones de la entidad para inaugurar el proyecto sabiendo que tienen procesos administrativos por completar a nivel documentario, financiero y de ejecución total. Nosotros vamos a hacer la verificación correspondiente para advertir todas estas situaciones”, concluyó.
El 23 de septiembre del 2024, la Contraloría emitió otro informe alertando que el Gobierno Regional de Ayacucho inauguró siete obras inconclusas entre abril y agosto, incluyendo la represa Pallcca, que según sus registros oficiales tiene un avance de obras del 91%.
Estación Wari intentó obtener los descargos del Prider, el Gobierno Regional de Ayacucho y los funcionarios involucrados en varias oportunidades y por distintos medios, pero no obtuvo respuestas.
Sin embargo, un alto funcionario del Prider accedió a declarar de manera anónima, y reveló que la impermeabilización del reservorio no se completó porque “una consultoría externa realizada por el ingeniero Antonio Soto León concluyó que no era necesaria”, por lo que se saltó dicho proceso en los márgenes y paredes del vaso. Según el funcionario, esta decisión evitó ejecutar una partida de más de 1,5 millones de soles, debido a la falta de presupuesto y la presión por culminar la obra rápidamente para llenar el embalse.
Antonio Soto, que fue director de infraestructura del Prider por 15 días en octubre del 2019, en un primer momento negó conocer los detalles de la obra, pero luego reconoció que ejecutó dicha consultoría. Aún así, evitó conversar sobre ello alegando falta de tiempo. Por esa consultoría, que inició el 11 de diciembre de 2023, Soto recibió 15.000 soles.
El funcionario del Prider también reconoció problemas con los canales de distribución del agua. No obstante, aseguró que con la llegada de la lluvia a la región, en los primeros días de noviembre, los pobladores podrían garantizar su siembra, mientras que tendrían que resolverse las deficiencias antes de la temporada seca de 2025, que suele iniciar en mayo. En dicho periodo, también tendría que ejecutarse el proyecto de riego tecnificado.
Doce años de retraso y costos que se elevaron en 133%
El accidentado camino de esta represa empezó el 18 de octubre de 2012, cuando su construcción fue adjudicada al Consorcio Pallcca. La alianza estuvo conformada por las empresas Project Consulting S.A., Reyes Constructora S.A.C. e Iconsa S.A. Esta última tiene como gerente general a Elia Muñoz Espinoza, esposa de Igor Orestes Solís Villanueva, quien firmó como representante del consorcio.
En paralelo, el contrato de supervisión de la obra fue asignado al Consorcio Pro Agua Ayacucho, representado por Orlando Muñoz Espinoza, hermano de Elia Muñoz y cuñado de Igor Solís. La Ley de Contrataciones del Estado 30225, y su reglamento, indican que esta función la debería efectuar una entidad distinta a la que construye, para evitar conflictos de intereses.
El ingeniero Zárate apunta que la relación familiar entre los involucrados pudo haber afectado la calidad de la obra. “El supervisor es más importante que el contratista porque es quien vigila la ejecución, los materiales e incluso el adecuado manejo de los presupuestos. Si son familiares, es legítimo dudar de cómo se han manejado”, indicó el experto.
El contrato del Consorcio Pallcca fue resuelto en 2015 por “incumplimiento de metas previstas y valorizaciones no ejecutadas”, al no haber culminado en el plazo previsto. La represa se abandonó con un avance de apenas el 20,4%, pero las empresas involucradas cobraron el 64% del presupuesto asignado; unos 19 millones de soles. Así lo indica el Informe de Fiscalización N°011-2019 del CRA, del Consejo Regional de Ayacucho. El documento señala que los funcionarios del Prider hicieron los desembolsos sin sustento técnico adecuado, generando un perjuicio económico a la región en “una actitud de total negligencia e irresponsabilidad”.
La obra se retomó en 2016, durante la segunda gestión del gobernador Oscorima, y con Eduardo Huacoto nuevamente al frente del Prider. Esta vez, la ejecución se hizo bajo la modalidad de administración directa, lo que significa que el gobierno regional se encargó de la gestión de recursos, contratación y supervisión sin intermediarios privados.
En 2018, a poco de culminar su segundo mandato y seis años después del inicio de la construcción, un informe de la Comisión de Fiscalización y Contraloría del Congreso de la República reveló que el costo de la represa se había incrementado a 35 millones soles, un 59,8% más de su presupuesto inicial, y aún estaba lejos de culminar. El grupo de trabajo fue presidido por Humberto Morales Ramírez, entonces congresista por Ayacucho.
Al año siguiente, en 2019, Carlos Rúa Carvajal asumió el cargo de gobernador regional y el compromiso de culminar la represa. “Cuando llegamos, la obra estaba paralizada. Tenía un avance físico del 30% y un avance financiero del 80%, es decir, se habían desembolsado casi 27 millones de soles. Decidimos hacer una pausa para reformular el expediente técnico, el que fue encargado a Vladimir Salcedo, actual decano departamental del Colegio de Ingenieros”, detalló Rúa.
La obra se retomó en 2021 con el nuevo expediente técnico. El nuevo plazo de ejecución fue de 300 días calendario, con una fecha final prevista para el 30 de mayo de 2022, pero tampoco se cumplió. “Dejamos el proyecto con un 90% de avance físico”, dice Rúa.
Recién en su tercera gestión, Oscorima inauguró la represa, aunque solo como acto protocolar.
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Promesas rotas en Pallcca y Curipampa
Llamahuillca es uno de los pueblos que ansía su funcionamiento. Para llegar hasta allí se necesita recorrer una hora por carretera desde la capital de la región, Huamanga, y otros 40 minutos a pie debido a la falta de transporte público. Aquí vive Florentino Rojas, su esposa y sus cinco hijos. Entre todos mantienen un huerto del que obtienen sus alimentos diarios, pero la poca agua que llega por los antiguos canales no es suficiente para irrigar sus parcelas. «Todos los terrenos están así, abandonados”, dice Florentino, mientras recorre sus hectáreas secas. Las papas y manzanas no han logrado alcanzar el tamaño adecuado y algunos de sus frutos se ven defectuosos.
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La escasez los hizo rescatar una técnica ancestral aplicada en climas fríos y secos: enterrar sus tubérculos y raíces en una zanja recubierta por capas de paja, ichu y eucalipto para extender la vida útil de sus cosechas.
A unos kilómetros de Llamahuillca, en el pueblo vecino de Ccolccetopo, vive el agricultor Juan Gómez, de 69 años. Lo encontramos descendiendo por la quebrada, con un un saco de 50 kilos de fertilizantes sobre los hombros. Nos cuenta que quiere anticiparse a las lluvias y sembrar cuanto antes, porque el pequeño canal de agua que llega hasta su comunidad no alcanza para todos los vecinos. Ha oído del proyecto de irrigación del gobierno regional, pero ya perdió las esperanzas de que funcione. Fueron doce años de promesas.
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Pallcca no es la única obra incumplida para los agricultores de Ayacucho. El Sistema de Riego Curipampa se inició en 2013 con el objetivo de mejorar la irrigación de los cultivos en las localidades de Carhuanilla, Pinahua y Acos, ubicados en el distrito de Chumpi, provincia de Parinacochas. Al menos mil campesinos esperan esta obra, pero diez años después, aún no concluye.
Este proyecto fue adjudicado en 2013 al Consorcio Curipampa, representado por el mismo personaje que lideró el Consorcio Pallca: Igor Solis Villanueva, en un proceso donde también fueron los únicos postores. El contrato fue firmado por Eduardo Huacoto Diaz, el recurrente director del Prider, y anulado en diciembre del 2015 por “incumplimiento injustificado de las obligaciones contractuales legales y reglamentarias”. La Fiscalía inició investigaciones por colusión agravada y negociación incompatible contra varios implicados, incluyendo a Huacoto Diaz y Solis Villanueva.
Este medio de comunicación buscó acceder a los detalles de los procesos, sin embargo, la Junta de Fiscales Superiores del Distrito Fiscal de Ayacucho señaló que “es necesario el consentimiento” de los implicados, debido a que se trata de “información reservada” pese a tratarse de funcionarios públicos.
La obra se retomó en 2016 bajo la modalidad de administración directa, es decir, a cargo de la entidad pública, pero nuevamente fue paralizada por falta de presupuesto. Su reactivación más reciente fue el 1 de febrero de 2024, y se dio un plazo de 90 días para su entrega. Este periodo ya venció, pero el proyecto solo muestra un avance del 65,3% a la fecha. De acuerdo a la plataforma Invierte, del Ministerio de Economía, el monto total gastado en la obra asciende a 33 millones de soles, un 52% más que el presupuesto inicial, que era 22,2 millones de soles.
La Contraloría ha emitido cinco informes de control sobre este proyecto, desde 2017. El más reciente es del 11 de abril y señala la falta de un expediente técnico de uno de los componentes de la presa. El Órgano de Control también detectó que una camioneta 4×4 Toyota Fortuner, adquirida para la obra por el Prider, fue cedida a la Unidad de Comunicaciones del Gobierno Regional de Ayacucho. El uso irregular ocurrió entre el 9 de enero y el 31 de octubre de 2024, y ocasionó que se desembolse un presupuesto adicional para alquilar otro vehículo en la construcción.
Los problemas en el sistema de riego de Curipampa incluyen demoras en los pagos a proveedores y a campesinos locales que trabajaron como obreros. Melecio Vásquez, presidente de la Junta de Usuarios de Coracora, la capital de Parinacochas, sostiene que las comunidades afectadas han dado un ultimátum a las autoridades del Prider: si no se retoma y finaliza la obra, están dispuestas a movilizarse hacia Huamanga.
“La población ha crecido y muchos han envejecido sin conocer lo que es contar con agua”, añade Leonel León, regidor distrital de Chumpi y ex presidente de la comunidad de Acos, uno de los tres anexos que deben beneficiarse con el proyecto regional.
En estos pueblos, donde los ciclos de lluvias son cada vez más atípicos, la agricultura de papa, trigo y oca depende de pequeños ojos de agua que se están secando.
Sara Calderón y su esposo Demetrio Tello, una pareja de septuagenarios del poblado Pinahua, dependen del agua comunitaria que se extrae del subsuelo, y que comparten con otros 90 usuarios. Lo que obtienen sirve para regar sus chacras y dar de beber a sus vacas y pollos, dos veces al día. No alcanza para más. Sus cinco hijos ya abandonaron la comunidad para buscar mejores oportunidades de trabajo y estudios en la ciudad. “Nos estafaron con esta obra. Nos dejaron sin agua”, comenta Sara.
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El hombre de confianza de Oscorima
Eduardo Huacoto, el funcionario de confianza de Oscorima, ha sido una figura central en las dos obras cuestionadas. El 18 de enero del 2023, a los pocos días de iniciar su tercer periodo como gobernador regional, Oscorima lo trajo de regreso al Prider, la oficina encargada de los proyectos de irrigación y que ha estado bajo su dirección por más de ocho años.
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En junio del 2023, en una sesión extraordinaria del Consejo Regional, convocada para que responda por las obras inconclusas del Prider, Huacoto señaló: “El canal ya lo hemos entregado en el 2018. Nuestros hermanos de Quinua ya se vienen beneficiando con el agua que discurre en el canal. Pese a que la presa no se ha concluido, ya se han estado beneficiando”. Además, prometió la culminación de Pallcca y Curipampa para ese mismo año.
Dichas promesas se venían incumpliendo desde años atrás. En julio del 2017, en un video institucional del Prider, Huacoto aseguró que los canales para la conducción del agua estaban terminados, y que esperaban culminar ese año. Además, mencionó: “Este proyecto debe tener la durabilidad que corresponde. No queremos, por querer acelerar los trabajos, dejar de observar algunos detalles técnicos importantes. El gobernador ha señalado que Pallcca es un proyecto prioritario”. Ese mismo año, en octubre, interrogado en el Congreso de la República, refirió que el proyecto estaría listo para el primer semestre de 2018.
El regreso de Huacoto se concretó cinco días después de que la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir) confirmó la sanción que dictó en su contra por no rescindir los contratos a proveedores que incumplieron con sus obligaciones. La resolución se emitió el 13 de enero de 2023, en última instancia, y ordenó suspender sus facultades para trabajar en el Estado por un periodo de tres meses. Para el abogado ayacuchano Mario Escriba, el nombramiento es “por lo menos irregular” y merece una investigación.
En entrevista con un especialista del Servir, se confirmó dicha sanción, señalando que debió ser tomada en cuenta por el gobernador Oscorima antes de designar a Huacoto. Según el funcionario, esta omisión constituye una falta grave que podría derivar en un proceso penal por delitos contra la administración pública en la modalidad de nombramiento o aceptación ilegal del cargo.
En febrero de 2023, La Contraloría emitió un informe donde señala que Oscorima designó a Huacoto Díaz sin verificar si cumplía el perfil profesional para ocupar el cargo o si tenía impedimento para acceder a la función pública, como lo exige el reglamento de la Ley N° 31419. Este documento fue enviado al Consejo Regional, el cual solicitó a Oscorima tomar medidas correctivas. Sin embargo, nada ocurrió.
La Comisión de Ética y Asuntos Legales de dicho Consejo elaboró un informe de fiscalización que respalda los hallazgos de la Contraloría, pero no consiguió los votos necesarios del Pleno y fue enviado al archivo en junio de 2023.
“La documentación proporcionada por el gobierno regional indicaba que César Huacoto no estaba inhabilitado, aunque había investigaciones judiciales en curso en su contra. El informe fue archivado por voto mayoritario. En mi opinión, se debió aprobar y continuar con la investigación”, explicó Yuliza Paytan Teves, consejera por la provincia de Paucar del Sara Sara y presidenta de la comisión que investigó a este funcionario.
Un mes después de librarse de la investigación, Huacoto fue ascendido. En julio de 2023, lo nombraron Gerente General del Gobierno Regional de Ayacucho. “Soy el jefe administrativo de todo el gobierno regional de Ayacucho”, se jactó en una reunión con comuneros de Quispillacta.
Este medio de comunicación presentó una solicitud de acceso a la información pública para obtener la declaración jurada, antecedentes, anexos y boletas de pago del funcionario Eduardo Huacoto Díaz. La solicitud fue denegada alegando que contenía «datos sensibles que afectan la intimidad del titular o cuyo uso indebido puede generar su discriminación”.
Wilfredo Oscorima es investigado en el Ministerio Público por el delito de cohecho, por presuntamente entregar relojes marca Rolex y joyas de gran valor a la presidenta de la República, Dina Boluarte, además de tener otros procesos por colusión, negociación incompatible y aprovechamiento indebido del cargo. En caso él tenga que apartarse del cargo, como consecuencia de estas causas judiciales, Eduardo Huacoto asumiría el control administrativo del gobierno regional.
Por lo pronto, el pasado 22 de marzo, una semana después del destape del caso Rolex, Oscorima se aseguró de transferirle todas las facultades en materia de contratación pública a Huacoto, su hombre de confianza.
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Esta investigación fue elaborada con el respaldo del FOREC – Foro de Reporteras y Reporteros en Conexión, en alianza con IDEA Internacional. Elizabeth Salazar hizo el acompañamiento editorial, y Jonathan Castro la coordinación general.
Los contenidos de este reportaje son responsabilidad de los periodistas y entrevistados y no necesariamente reflejan el punto de vista o posición de IDEA Internacional.