El Gobierno Regional de Ayacucho de Wilfredo Oscorima, hace pública una cifra que celebra su gestión: un 98.3% de ejecución presupuestal en proyectos de inversión. La noticia es difundida como un logro histórico, incluso por medios de comunicación afines, sin embargo, esconde una irregularidad: se devengó más de 238 millones que nunca se utilizaron.
Según datos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), el Gobierno Regional de Ayacucho alcanzó el 98.3% de ejecución de los 825 millones de soles asignados en el Presupuesto Institucional Modificado (PIM) para 2024. Esto sitúa a la región en el cuarto lugar a nivel nacional, un número que, de ser real, reflejaría un avance significativo en la ejecución de obras públicas e inversión en proyectos clave para la población. Sin embargo, la cifra presentada por la gestión de Oscorima no es un reflejo de la realidad, plagada de obras inconclusas, irregularidades y atrasos.
Fuentes dentro del MEF confirmaron a La República que la cifra reportada por el GORE Ayacucho está lejos de ser real. Según las investigaciones, la gestión de Oscorima recurrió al «devengado», un procedimiento que consiste en registrar como ejecutados ciertos gastos que, en realidad, nunca se realizaron. En concreto, la región devengó un total de 238.458 millones de soles, cuando los ingresos recaudados apenas sumaban 228.432 millones de soles. Es decir, se reportaron más gastos de los que realmente existían, inflando artificialmente la cifra de ejecución presupuestal.
El área de prensa del Gobierno Regional de Ayacucho intenta presentar a Oscorima como un gestor eficiente que trabaja por el desarrollo de la región. Sin embargo, la realidad sobre la ejecución presupuestal es otra: un aumento artificial de la ejecución responde a una estrategia de manipulación de las cifras, que no refleja los logros reales de la administración regional.
Carolina Trivelli, exministra del MIDIS, señaló que este tipo de «jugadas creativas» con los presupuestos tienen una intención clara: mostrar una supuesta eficiencia que, en realidad, esconde una falta de avances concretos. «Lo que están haciendo es jugar con los números para dar la sensación de que están ejecutando más de lo que realmente están haciendo», dijo Trivelli en entrevista con La República.
Además de la manipulación de cifras, varios proyectos en Ayacucho siguen sin ejecutarse o se encuentran paralizados. El gobierno regional también ha sido señalado por la falta de transparencia en la asignación de contratos y la ejecución de obras.
En cuanto al futuro, la gestión de Oscorima ha celebrado la asignación histórica de 824 millones de soles para el presupuesto del 2025. Aunque esto parece positivo sobre el papel, las dudas surgen sobre la ejecución de manera efectiva.
La gestión de Oscorima inicia un nuevo año, el 2025, con las mismas prácticas de siempre: el cinismo, la pendejada, la farsa.