En el Gobierno Regional de Ayacucho (GORE), se han revelado las altas remuneraciones que perciben algunos trabajadores vinculados al gobernador Wilfredo Oscorima Núñez. Estas contrataciones, realizadas bajo la modalidad de cargos asignados a proyectos, parecen priorizar la cercanía política al mandatario antes que la capacidad técnica o profesional. Esto se refleja en obras mal hechas, paralizadas y con materiales de dudosa calidad, mientras los gastos administrativos continúan siendo elevados.
De acuerdo con la Opinión N° 021-2014/DTN de la Dirección Técnico Normativa, un supervisor, si es persona natural, debe realizar las labores por sí mismo y dedicarse exclusivamente a una sola obra, a menos que haya designado formalmente a otro profesional como supervisor. Además, en los casos en que el supervisor sea una persona jurídica, está permitido supervisar varias obras simultáneamente, siempre que cada obra cuente con un profesional designado específicamente para la labor de supervisión.
No obstante, en el GORE esta normativa parece ignorarse. Se consigna el cargo de «asistente de supervisor», aunque se exige que el supervisor tenga dedicación exclusiva. Por si fuera poco, se han creado puestos de «coordinador de obra», duplicando la función de los supervisores. Esto ha incrementado los costos administrativos en las obras, a pesar de que los supervisores, según contrato, deben garantizar que los proyectos se ejecuten conforme al expediente técnico y con la calidad requerida.
Los salarios que generan polémica:
– Supervisores y residentes de obra en proyectos con un presupuesto igual a 100 millones de soles: S/12,000.
– Supervisores y residentes de obra en proyectos con presupuesto entre 20 y 100 millones de soles: S/11,000.
– Coordinadores de obra (que duplican funciones de supervisores): entre S/7,000 y S/9,000.
– Especialistas en proyectos: entre S/8,000 y S/9,000.
– Asistentes de coordinación: S/5,500.
– Personal técnico: entre S/3,000 y S/4,500.
– Personal de limpieza (con solo secundaria completa): S/2,750.
Esta lista contrasta con los bajos salarios de otros profesionales altamente capacitados. Por ejemplo, un químico farmacéutico, que requiere cinco años de estudios universitarios y una tesis, recibe apenas S/1,800.
La situación evidencia una disparidad preocupante en las contrataciones del GORE, donde el personal relacionado con proyectos parece tener mayores beneficios económicos, independientemente de la calidad y el avance de las obras que supervisan.
A esto se suma el hecho de que muchas obras reflejan más un avance financiero que físico, y los proyectos están paralizados en su mayoría. Sin embargo, el gasto administrativo continúa y los salarios jugosos se mantienen para quienes están, supuestamente, al frente de las obras.
¿Qué opinan el COREDE, los colegios profesionales y las entidades fiscalizadoras sobre esta situación?
