- También viene impulsando la liberación de 200 variedades de cultivos de alto valor genético, instalación de más 200 parcelas de investigación, laboratorios de análisis, entre otros.
-Por todo ello debieran apoyar al INIA, y no reducirles sus terrenos como pretenden hacerlo en Ayacucho
El Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA) viene impulsando la liberación de 200 variedades de cultivos de alto valor, la instalación de más 200 parcelas de investigación en zonas campesinas, más de 2 mil módulos de agricultura hidropónica, la habilitación de una red de 15 laboratorios de análisis de aguas, suelos y foliares, banco de germoplasma, entre otros de importancia.
El INIA desarrolla variedades con capacidad de tolerar las principales plagas que atacan a los cultivos, se adaptan a diversos tipos de clima y ofrecen frutos de alta calidad, generando un incremento de más de 90% en la productividad de las hectáreas, favoreciendo la economía de más de 5 mil productores.
Pero, además, con el análisis de la calidad del suelo con fines agrarios, el INIA viene reduciendo los niveles de degradación de las hectáreas, lo que permite fortalecer la calidad de los cultivos, la capacidad nutritiva de suelo por campaña, potenciar la conservación orgánica y evitar el uso excesivo de agroquímicos. Entre los cultivos potenciados figuran el arroz, avena forrajera, frijol, caupí, maíz amarillo duro y quinua.
Proyectos para impulsar la ganadería
En los últimos 4 años, el MIDAGRI a través del INIA implementan proyectos de ganadería vacuna PROMEGNACIONAL, PROMEGTROPICAL y PROGAN, con la finalidad de mejorar la calidad de esta actividad económica mediante la producción y transferencia de material genético (semen y embrión de alto valor) por inseminación artificial.
Producto de ello, hasta la fecha se ha logrado el nacimiento de más de 23 mil crías de ganado bovino con alta capacidad para producir carne de alto valor y leche con altos índices de sólidos y nutrientes. Ello ha incrementado en un 50% las áreas destinadas a la producción de forraje de calidad con técnicas silvopastoriles, mejorando sustancialmente la alimentación vacuna, la sanidad animal, procesos de pastoreo, reducción de índices de mortandad, entre otras.
Así mismo estas razas lecheras bovinas cuentan con el alelo A2A2 de beta caseína y el alelo B de Kappa caseína, lo que permite una mejor tolerancia al consumo y un mayor rendimiento en la transformación láctea. En relación a las razas cárnicas, su genética garantiza alto contenido de proteína, grasa de infiltración y terneza, lo que lo hace un producto ideal para la seguridad alimentaria del país.
En tanto, con la liberación de las razas de cuy con alta calidad Perú, Inti, Andina y Kuri, el INIA ha potenciado la presencia de la mujer como líder empresarial de cadenas de valor vinculadas a esta actividad. Estas razas aportan capacidad cárnica, calidad nutritiva, prolificidad, precocidad y adecuado peso comercial.
Capacidades y conservación
Otro factor que contribuye con la generación de cultivos de calidad es la formación de productores como Proveedores de Asistencia Técnica. Hasta la fecha el INIA, en sus diversas Estaciones Experimentales Agrarias y proyectos de inversión, ha realizado 304 cursos de formación, consolidando a 4,376 agricultores especializados en manejo agronómico y conservación de cultivos, material genético y crianza.