Es preocupante el cinismo con el que Alan García aprovecha la noticia del plagio en la tesis doctoral de César Acuña…qué patético y oportunista es este crápula para abalanzarse sobre el cervatillo olvidando el rabo de paja que tiene. Si César Acuña plagio en su tesis doctoral deberá caerle toda la sanción que corresponda e inhabilitar su candidatura, empero, no deja de sorprender la desfachatez de Alan García para juzgar al candidato de APP.
Alan García se olvida que en el año 2014 se descubrió que no ostentaba el grado de Doctor tal y como consignó en su Declaración Jurada ante el JNE el año 2006, hecho que fue corroborado por la misma Universidad Complutense de Madrid, entonces, ¿qué autoridad moral tiene Alan García para pronunciarse sobre el tema?; ¿acaso olvida este desvergonzado que el Plan Bicentenario elaborado por su compinche Jorge Del Castillo fue un plagio completo?; ¿Acaso se olvida este patán que firmaba en cuanta obra inauguraba como Doctor sin ostentar dicho grado?; ¿Acaso olvida este granuja que sin el grado de Doctor no puede dirigir el Instituto de Gobierno y Gestión Pública (IGGP) de la USMP conforme reza en la Ley Universitaria?, ¿hasta donde ha llegado la decadencia moral de este individuo?.
Alan García es un mitómano profesional, un charlatán de esquina, un timador con grado “honorífico” de doctor, basta recordar que en el 2009 calificó a los indígenas de Bagua como ciudadanos que no eran de primera clase, negando en vivo y en directo tales afirmaciones, mostrando su fastidio y su verdadera catadura moral, ante ello surge una pregunta, ¿qué moral tiene Alan García?. Sir Francis Bacon decía: “Es muy difícil hacer compatibles la política y la moral?